martes, 17 de julio de 2012
Una noche de ronquidos
Todo transcurrió una plácida noche del mes de
Junio, era ya finales de dicho mes y el verano ya se hacía notar. Esta época se
hace sentir para nosotros los pescadores porque sobretodo nos limita o mejor
dicho, nos marca las horas y los lugares en los que llevar a cabo nuestra
afición; espigones y roquedos para el día y playas para cuando la luna hace
apto de presencia, y cuando ésta aflora, con ella lo hacen también unos
molestos e irritables acompañantes como son los mosquitos, ¡y que mosquitos!
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